Bodega Tesalia se encuentra en la Sierra de Grazalema, en Cádiz, junto a la histórica localidad de Arcos de la Frontera. Durante siglos, Arcos fue una ciudad estratégica codiciada por su privilegiada ubicación. Su nombre se remonta a la época romana cuando fue fundada como Arx-Arcis (la fortaleza en altura).
Una sierra entre dos mares
La finca de Tesalia tiene una extensión total de 106 hectáreas. De las 22 hectáreas dedicadas a la bodega, 12,5 son de viñedo, las otras están dedicadas a cría y doma de caballos, y el resto son tierras de cultivo.
Los viñedos están plantados en espalderas ligeramente ondulantes orientadas al norte. La tierra es el clásico terreno andaluz: suelos arcillosos y poco fértiles que se encuentran sobre un subsuelo de tiza.
El clima es cálido y soleado, templado por las influencias mediterráneas y atlánticas de la Sierra de Grazalema. Unas condiciones favorecidas por la cuidadosa ubicación del viñedo en laderas orientadas al norte, con estructuras de poda diseñadas para propiciar la aireación del mismo y darle sombra.
Con una temperatura media de 17,3ºc, la lluvia cae sobre todo en invierno, entre 600 y 700 mm. Estas características especiales crean unas condiciones de maduración ideales para variedades como Petit Verdot y la autóctona Tintilla de Rota.
La cosecha se realiza a mano de noche y las 10 parcelas de viñedo se vinifican por separado para luego mezclarse, consiguiendo así una mayor complejidad en los vinos. No tenemos fórmulas establecidas: las mezclas dependen solo de la cosecha.
El riego solo se usa para aliviar el estrés hídrico de las vides y maximizar la calidad de la uva. La eliminación de hojas y la poda de racimos es crucial también para favorecer su maduración.
El control es total, incluso sectores dentro de una misma parcela son medidos de acuerdo a sus niveles de pH, azúcar y el propio sabor de sus uvas, que a menudo se recogen durante períodos de dos semanas para optimizar su madurez y calidad.
Un profunda investigación del suelo condujo al uso de portainjertos y clones de variedades, tanto autóctonas como internacionales, como la Petit Verdot y Tintilla de Rota. Otras variedades plantadas son la Syrah y Cabernet Sauvignon.
Elaboración
El vino manda
Una vez vendimiada, la uva pasa a la mesa de selección y a la despalilladora. Cada variedad llega por gravedad a pequeños depósitos de fermentación de acero inoxidable o madera. Durante la maceración se decide por cata la temperatura de fermentación, el tiempo y tipo de remontados. Cada depósito es elaborado a medida.
Posteriormente se prensa la uva y pasa a barricas de roble francés. Durante su permanencia en madera se hacen los ensamblajes de variedades de cada vino, terminando la crianza ya en conjunto, consiguiendo así el perfecto equilibrio.
El final de la permanencia en barrica se decide catando cada vino, y tras un suave proceso de clarificación, se embotellan.